Hojas de otoño | Capítulo 16. Firma.

La tensión se podía sentir en aquella sala donde esperaban con ansias la publicación de los resultados de las audiciones dónde Miguel Ángel, Clara y Pascu habían participado y que deseaban con el alma quedar. Junto a ellos estaban Ramsés, Miguel Carbajo y Rodri quienes estaban igual o un poco más ansiosos que los actores por saber si habían quedado en la obra o no.

El aviso que les llegó a los postulantes decía que los resultados saldrían alrededor de las tres de la tarde por lo que desde las dos treinta se juntaron todos en casa de Ramsés para esperar a que se publicara la relación de actores seleccionados.

—Jamás creí que los minutos se me pudieran hacer eternos —comentó Miguel mientras consultaba su reloj de mano.

—A las compañías les encanta crear suspenso con las audiciones —mencionó Pascu, moviendo un pie de lado a lado—, detesto que lo hagan.

—Es parte de la magia, pero es odiosa —Clara abrazó una de las almohadas del sofá—. ¿Aún no hay nada?

—Actualizaré la página —respondió Ramsés fijando la vista en la pantalla de su celular—. Acaban de salir.

—¿Qué dicen? —Preguntaron los tres actores con desesperación.

Entre Rodri, Ramsés y Carbajo revisaron tres veces la lista que publicaron para intercambiar miradas antes de decir los resultados.

—¡Los tres quedaron!

Decir que solo dieron un grito de alegría, se queda corto; ansiaban tanto quedar en la obra que les costó creer que en verdad lo hayan conseguido, sobre todo porque las audiciones estuvieron difíciles por el nivel actoral de los nuevos talentos que audicionaron con ellos.

—Ahora solo queda pelear por nuestro papel —comentó Miguel tras abrazar con fuerza a su esposo—, la segunda masacre empieza.

—¿Qué papel vas a pelear? —Preguntó Rodri con curiosidad.

—Iré por bestia y, si no se puede, por Lumiere. Ya hice un acuerdo con Clara para trabajar en equipo.

—Bella y bestia serán nuestros —declaró la mujer con entusiasmo.

—¿Qué hay de ti, Pascu?, ¿por quién vas? —Le preguntó Carbajo.

—Gastón, yo seré la gata rompe hogares entre ellos dos —señaló a Clara y a Miguel.

—Los tres como protagonistas es algo que necesito ver —mencionó Ramsés entre risas—. Muchas felicidades por haber sido seleccionados.

—Te dije que quedarías —Rodri se dirigió a su pareja con una sonrisa—, consigas o no a Gastón, iré a verte al teatro en primera fila.

🍁

Cuatro meses de trabajo es lo que a los tres actores les esperaba para montar la obra que se pretendía estrenar para inicios de junio, por no mencionar que Pascu y Clara tendrían que trabajar el doble ya que tenían que estar presentes para la planificación del nuevo DLH que procurarían no fuese tan infernal como el anterior.

Con los días de febrero transcurriendo, Pascu y Rodri recibieron noticias de la editorial para ajustar los últimos detalles para el lanzamiento de su nuevo libro a inicios de marzo, programando una firma de libros en Barcelona que los esperaba con los brazos abiertos para la promoción del ejemplar. Para ello, tuvieron que agendar las fechas de firma, que serían dos, en los días dónde Pascu no tuviera ensayo con la compañía teatral para no perjudicar el proyecto, de manera que la primera firma se llevaría a cabo el treinta y uno de marzo y la segunda fecha sería para el seis de abril.

La noticia del nuevo libro y de las firmas causó sensación entre los fanáticos a tal grado de que las preventas sobrepasaron las expectativas de la editorial y la librería de Barcelona a la que irían ya se estaba previniendo para recibir a una inmensa cantidad de personas durante las firmas.

Para la primera fecha todo salió conforme a lo planeado y el público que asistió a verlos estuvo más que satisfecho, por lo que se esperaba que ocurriese lo mismo para la semana entrante, pero fue solo eso, una esperanza.

—Se irán con cuidado —pidió Rodri a los últimos fanáticos a los que les firmaron su libro—. Dijeron que solo sería una lluvia ligera, no una tormenta.

—Uno no puede fiarse de los pronósticos —respondió Pascu mientras tapaba el plumón negro que tenía en su mano.

Los dos se levantaron de sus asientos para ayudar a meter toda la propaganda y la mesa, donde minutos antes estaban, adentro de la librería ya que la tormenta parecía querer aumentar su intensidad. Una vez terminaron, el agente de la editorial que fue enviado como responsable de ambos, se encargó de llevarlos a un hotel donde pasarían el resto de la tarde y posiblemente la noche, en espera de que la tormenta calmara para poder viajar en auto de regreso a Madrid.

—Ramsés dice que la lluvia ahí no es tan fuerte, pero no ha parado desde la mañana —comentó Rodri tras leer el mensaje que su amigo le había enviado—, bonita primavera la que tenemos.

—Espero que el agua sirva para que florezcan rosas, girasoles y toda clase de flores por montones —Pascu estiró los brazos hacia arriba—. Si eso pasa, te compraré flores cada día.

—Es más fácil que tengamos un jardín y así te evitas tanto gasto.

—Entonces compraré semillas para que te pongas a sembrar —dijo haciendo reír al compositor—. ¿Ya tienes la llave de nuestras habitaciones? —Preguntó al ver llegar al agente de la editorial.

—Algo así. Solo tienen una habitación disponible.

—No hay problema —mencionó Rodri—, podemos compartir habitación, al fin y al cabo cada quien dormirá en su propia cama.

—Ese es el detalle, la habitación solo tiene una cama matrimonial —informó para ver cómo la expresión de los dos artistas cambiaba a una de incredulidad—. La editorial tiene convenio con este hotel y se supone habían separado dos habitaciones por prevención a situaciones como esta, pero dejaron disponible una habitación con una cama debido a que llegaron varios turistas que decidieron hospedarse aquí —suspiró—. Entiendo que no quieran quedarse y están en su derecho, pero a como va la tormenta, será complicado salir a buscar otro hotel y mi trabajo es mantenerlos a salvo, no puedo arriesgarme a que les ocurra algo allá afuera.

—Entendemos el punto, es solo que...

—Él tiene razón —interrumpió Rodri al actor—, no podemos tomar el riesgo a salir con esta lluvia, mucho menos tú qué estás en ensayos, no puedes enfermarte ni nada.

—¿Y qué sugieres entonces?

—Bueno, si tú estás de acuerdo, podemos tomar la habitación. La cama es grande así que podemos dividir con una almohada el espacio de cada uno.

—¿Estás seguro? —Preguntó Pascu sorprendido.

—Solo será por una noche.

El actor asintió después de un par de minutos, confirmándole al agente que dormirían en aquella habitación. Una vez les entregaron la llave, el agente no dejó de disculparse por el inconveniente, asegurando que la editorial les daría una compensación por lo sucedido a lo que Pascu y Rodri se negaron diciendo que todo estaba bien y no era necesario compensarlos. Al entrar al cuarto, lo primero que observaron fue la cama matrimonial que había dentro, ocasionando que trataran de asimilar la idea de que tendrían que dormir juntos por primera vez.

Mientras Rodri se instalaba, Pascu se dirigió al baño para tomar una ducha y, al salir, fue Rodri el que se dejó envolver por el agua caliente de la regadera. Había sido un día pesado y adicionando el clima que tenían en ese momento, los dos estaban dispuestos a quedarse dormidos hasta el día siguiente; habían dos almohadas extras en la habitación así que las usaron para dividir la cama por la mitad y de esa manera ni uno ni otro sobrepasaría el espacio del contrario.

Pese a que en más de una ocasión los dos durmieron en la casa del otro, jamás habían compartido habitación más que en eventos de ese estilo pero cada uno tenía su propia cama, el simple hecho de que los dos tuvieran que dormir en el mismo colchón los había puesto nerviosos y por un momento comenzaron a dudar en si fue buena idea tomar la habitación. Respirando profundamente y mentalizándose con la idea de que lo que estaba pasando era real, los dos se acostaron en la cama siendo separados por esas dos almohadas.

—Rodri.

—¿Qué pasa?

—Hoy es seis —giró el cuerpo de lado para ver mejor al compositor—, cumplimos cuatro meses juntos.

Rodri se sorprendió al escucharlo, así que se acomodó de la misma manera que el contrario para poder verlo de frente.

—¿Han pasado cuatro meses ya? Qué rápido.

—El tiempo pasa volando cuando estás enamorado.

—Entonces mañana podríamos tener ya un año —dijo con una sonrisa para acariciar la mejilla del contrario—. Debería empezar a ser más cariñoso contigo.

—¿Puedes ser cariñoso? —Preguntó a modo de burla.

—No soy un ser sin sentimientos, tan solo me estoy reservando contigo porque quiero demostrarte mi amor de poco en poco.

—Eso explica porqué por momentos me tratas como si siguiera siendo tu amigo.

—Eres mi amigo —le dio un beso en la mejilla—, pero igual eres mi novio. Que seas los dos es algo que me gusta.

—Lo seguiré siendo hasta que tú me lo permitas —comentó Pascu para tomar la mano de Rodri y besarla.

Tras intercambiar una sonrisa los dos tomaron el valor suficiente para enfrentar la situación en la que estaban, así que dejaron a un lado esas dos almohadas que los separaban y se acurrucaron para dormir abrazados, dejando que el calor del otro los envolviera.

—Álvaro... —entrelazó su mano con la del actor— te amo.

Pascu lo miró sorprendido, creyendo que lo que había escuchado era una ilusión pero, al ver al contrario sonrojado, cayó en cuenta de que fue verdad, por primera vez Rodri le dijo esas dos palabras que esperaba tanto escuchar de él.

—Yo también te amo, mi Rodri —le dijo con una sonrisa siendo la primera vez que igual pronunciaba esas palabras hacia él.

Manteniendo las manos entrelazadas, los dos acercaron sus rostros para besarse, siendo el sonido de la lluvia golpeando con la ventana de aquella habitación lo único que se podía escuchar. Al separarse del beso, los dos se acomodaron en un abrazo que velaría su primera noche durmiendo juntos.

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