Luz de día
—¿De verdad? ¿Vendas? ¿No pudieron encontrar una forma más creativa de cubrirme la cara? —Preguntó para permanecer en silencio tras escuchar cómo la puerta se abría nuevamente.
—Esto es completamente ridículo —exclamó una vez que lo obligaron a sentarse en la silla contigua a donde la chica se encontraba—, entiendo que quieran cubrirme el rostro, ¿pero vendármelo? ¿Qué clase de tortura planean hacer?
—Vaya, así que no estoy sola aquí.
—¿Quién demonios dijo eso?
—Tu compañera de celda al parecer —respondió cruzando las piernas—. Qué clase de crímenes habrás cometido para que hayas terminado aquí.
—Eso a ti no te interesa.
—Ay, qué aburrido eres. Si tan solo pudiera verte estoy segura de que haría que estuvieras de rodillas ante mí —dijo con una voz seductora para esbozar una sonrisa.
—Para tu mala suerte, y muy buena para mí, no puedo verte y tampoco pretendo hacerlo.
—Silencio —habló con su voz profunda al entrar a la habitación.
En aquella sala de interrogatorios se encontraban esposados a unas sillas una mujer de cabello castaño y un hombre de cabello azabache, ambos con la parte de los ojos completamente vendados. Frente a ellos se encontraba el agente especial Erwin Smith quien junto a su escuadrón había logrado capturar a esos dos jóvenes criminales.
—Me encantaría ver al portador de tan seductora voz.
—A mí me encantaría verlo para matarlo.
—Por desgracia ninguno de ustedes está en condición de poder hacerlo —dijo tomando asiento enfrente de ellos—. "Killer Nain", un joven sicario cuyos asesinatos han sido sumamente limpios y que además ha sido muy cuidadoso de no dejar rastro alguno. "Moonlight Queen", una joven asesina que seduce a los hombres para quitarles la vida y quitarles todo lo que traen encima, aunque también has asesinado a algunas mujeres en el camino. Ambos son los dos asesinos más buscados en los últimos meses.
—Así que "Moonlight Queen" en verdad existe y ha sido atrapada.
—Y yo que creí que "Killer Nain" sería alguien difícil de alcanzar —se acomodó en su asiento—. ¿Y con quién tenemos el gusto?
—Eso es algo que por el momento no les interesa.
—Entonces quítanos esta mierda de encima para hablar de frente como se debe.
—Hacerlo implicaría un gran riesgo para mí.
—Oh, ya entiendo. Por si aún no te das cuenta, "enano asesino", esta es una estrategia que está usando. No nos dice su nombre porque sabe que podríamos buscarlo y tampoco nos deja ver su rostro porque sabe muy bien que podríamos localizarlo y matarlo.
—Era de esperarse, por la manera en la que tus víctimas fueron asesinadas, todo indicaba que debías ser una chica muy lista.
—Por favor, di algo que no sepamos —gruñó recargándose en su asiento.
—Tu nombre es Levi Ackerman, tienes 22 años, provienes de un barrio en completa desigualdad a la que la gente suele llamar "el subterráneo"; perdiste a tus padres cuando apenas eras un niño por lo que aprendiste a valerte por ti mismo y para sobrevivir a las calles tuviste que asesinar. En cuanto a ti, tu nombre es Hange Zoë, 21 años, provienes de un pequeño pueblo que vive al día; tu madre se desajenó de ti por lo que no le importaba lo que tu padre hiciera contigo, este último te maltrataba lo que generó tu odio hacia los hombres y, antes de que te vendieran a un extraño, decidiste huir dejando el tanque de gas abierto para que tus padres murieran ahogados al inhalarlo. Ambos tuvieron un pasado horrendo y empezaron a delinquir a temprana edad.
Tanto Levi como Hange palidecieron al escucharlo, quedando prácticamente inmóviles en sus asientos.
—¿De dónde mierdas sacaste esa información?
—¿Acaso importa?
—¡Responde, maldita sea! —Exclamó poniéndose de pie pero quedando aún sujeto a la silla por las esposas—. ¿Cómo demonios supiste de mi pasado?
—No solo a ti te mencionó —comentó Hange sujetándose de su asiento con fuerza—. Nadie sabe que yo fui la causante de la muerte de esos bastardos, nadie sabe mi verdadero nombre... ese pasado jamás se le reveló a alguien, ¿quién demonios eres?
—¡Responde!
—Toma asiento —le pidió a Levi a lo que este obedeció de mala gana—. Esta es información confidencial a la que nadie tiene acceso excepto yo. Los llevo persiguiendo durante todo este tiempo y después de investigar tanto por fin pude dar con sus verdaderas identidades, lo que me permitió poder atraparlos y tenerlos ahora aquí.
—¿Qué pretendes hacer con esa información?
—¿Y qué demonios planeas hacer con nosotros?
—Eso va a depender de ustedes —se cruzó de brazos—. ¿Qué estarían dispuestos a hacer para eliminar por completo el trágico pasado con el que cargan y empezar desde cero? —Ambos permanecieron en silencio por un par de minutos—. ¿Es tan difícil de responder?
—Cuando hablas de eliminar el pasado, ¿te refieres a fingir que ninguno de los dos asesinó cuando era niño? —Preguntó Hange.
—Así es, crear un pasado falso en la infancia de ustedes dos.
—¿Y el resto de nuestros asesinatos?
—Quedarían eliminados también.
—¿Por qué? —Preguntó Levi—. ¿Qué ganaríamos limpiando nuestro historial? ¿Por qué deberíamos hacerlo?
—A pesar de que a los dos los llama el instinto asesino, estoy completamente seguro de que este no es el camino que les hubiese gustado tomar.
—No sabes absolutamente nada sobre nosotros —mencionó Hange.
—Cierto, pero tal vez yo los entiendo mejor que nadie, es por eso que pretendo que tanto "Killer Nain" como "Moonlight Queen" desaparezcan por completo y solo permanezcan Levi Ackerman y Hange Zoë.
—¿Por qué? —Preguntó Levi nuevamente.
—Porque quiero darles una segunda oportunidad.
—Señor alcalde, ¿qué puede decirnos respecto a este evento de caridad? —Preguntó una reportera para acercarle el micrófono que sostenía en sus manos al alcalde Zackly.
—Es eso mismo: un evento de caridad. Todo lo recaudado será enviado a orfanatos y hospitales por lo que de verdad espero que sean muy generosos en sus apuestas de esta noche.
—Vemos que hoy está muy bien acompañado, ¿podría decirnos quién es su hermosa compañera? —Preguntó otro reportero.
—Es una amiga muy íntima —respondió con una sonrisa, tomando a la mujer de la cintura para acercarlo más a él.
—Señorita, ¿podría decirnos qué opina sobre este evento?
—Creo que el alcalde Zackly hizo muy bien en realizar esto, es una buena idea para obtener fondos —respondió para luego susurrarle a su acompañante—. Iré por un trago. —Se alejó de Zackley para así caminar dirigiéndose a la barra—. Un whisky doble, por favor.
—¿Acaso el trabajo de dama de compañía te está cayendo pesado como para querer embriagarte? —Preguntó Levi quien yacía sentado a lado de ella, en una de las sillas frente a la barra.
—De ser por mí ya habría matado a Zackly.
—Hace tiempo que dejaste de ser una asesina.
—Es tan odioso que en verdad quiero eliminarlo.
—No te salgas del plan, Hange —mencionó el agente Mike entregándole su bebida—. Hoy es la última noche que tendrás que pasar junto a él.
En el casino "Rose", uno de los más grandes centros de apuesta de la ciudad, se estaba llevando a cabo un evento privado de caridad organizado por el alcalde Darius Zackly en dónde empresarios y toda clase de gente adinerada estaba ahí para colaborar.
En la barra de aquél casino se encontraban los agentes Mike Zacharius, Levi Ackerman y Hange Zoë quienes llevaban más de tres meses infiltrados en el círculo del alcalde. Mike se había infiltrado como un bartender profesional, Levi se había infiltrado como un guardaespaldas y Hange se había infiltrado como la dama de compañía del alcalde.
En esa fiesta se encontraba más de un agente infiltrado como invitado, cada uno listo para actuar cuando fuese el momento indicado pues tenían un objetivo en común: atrapar al grupo terrorista que habían previsto que iba a atacar ahí. Todos estaban bajo las órdenes del ahora comandante Erwin Smith quien se encontraba en la cabina de vigilancia observando cada movimiento desde las cámaras de seguridad.
—Ya se tardaron en atacar —comentó Levi para tomar un poco de su bebida.
—Ya tuvieron que haber ingresado —respondió Mike observando a su alrededor—, el objetivo de ellos siempre fue atacar eventos como este, dudo que en esta ocasión se vayan a resistir.
—Tampoco he visto algún movimiento extraño —mencionó Hange—, de verdad están esperando el momento indicado.
—Erwin —llamó Mike desde su auricular—, ¿ves algo?
—Aún no, pero deben estar por actuar. Manténganse alertas.
—Muy buenas noches, damas y caballeros que se encuentran presentes en esta hermosa velada —habló un presentador desde el micrófono del escenario, llamando la atención de todos los asistentes—. Para dar inicio con la fiesta de hoy escucharemos unas palabras del anfitrión de esta noche de apuestas: el alcalde Darius Zackly —anunció haciendo que todo el público aplaudiera mientras el alcalde subía al escenario.
—¿No deberías estar ahí? —Preguntó Mike a Hange.
—Mi contrato de ramera terminó —respondió para llevar su vaso con whisky a la boca.
Justo cuando el alcalde estaba por hablar, una explosión hizo acto de presencia atrás de él alertando a todos los presentes. Por el impacto Hange derramó su bebida en su vestido y al alzar la vista notó que varios hombres con pasamontañas iban entrando apuntando a todos los civiles con sus metralletas.
—¡Muévanse ahora! —Ordenó Erwin haciendo que todos los agentes se movieran a sus posiciones.
Mike, Levi y Hange trataron de acercarse lo más que pudieron al escenario donde tenían de rehén al alcalde. Mike se separó para encontrar el ángulo que todos necesitaban para actuar, mientras que Levi permaneció oculto detrás de una mesa y Hange detrás de una columna a lado de este.
—A mi señal —susurró Mike al micrófono de la manga de su saco haciendo que todos los agentes lo escucharan desde sus auriculares.
—No me mires, pervertido —habló Hange en voz baja mientras subía su vestido por una de sus piernas para tomar el arma que resguardaba en la liga que sostenía sus medias—. ¿O acaso ya tienes otras intenciones conmigo?
—Ni en sueños te miraría con esos ojos —respondió Levi quitándole el seguro a su pistola.
—¿Por qué?
—¡Ya! —Exclamó Mike.
Tanto Hange como Levi dispararon hacia los adornos de cristal que se encontraban cerca de las lámparas permaneciendo aún escondidos y, mientras todos se distraían con ello, Mike disparó a la mano del delicuente que tenía sujeto al alcalde.
—¡Ahora! —Ordenó Erwin haciendo que todos los agentes salieran de su escondite para atacar a los terroristas.
Levi y Hange corrieron hacia el escenario para ayudar a Mike a retener a los cinco delincuentes que ahí se encontraban.
—¡Hange! —Llamó Mike haciendo que la mujer reaccionara lanzándole un puñetazo en la cara al agresor que iba a atacarla por la espalda.
—¡Eso dolió! —Exclamó Hange sobándose la mano con la que había dado el golpe.
—Lo tuyo no es el combate cuerpo a cuerpo, gafas de mierda.
—Cierra la boca, maldito enano —exclamó revisando sus gafas pues aparentemente se habían roto.
—¡Amelia! —Zackly fue hacia a Hange para abrazarla—. Me alegra que estés bien, Amelia.
—¡Quítame las manos de encima, maldito pervertido! —Lo empujó separándose del abrazo—. Y "Amelia" es uno de los tantos nombres de ramera que he tenido que utilizar.
—Qué rápido revelas tu identidad —mencionó Mike terminando de esposar al último criminal que tenían ahí.
—¿Amelia? ¿Qué es lo que pasa?
—Alcalde Zackly —interrumpió Erwin acercándose hacia ellos—. Lamento mucho lo sucedido pero la operación fue todo un éxito.
—¿Operación?
—Así es. Soy el agente especial Erwin Smith, comandante del cuerpo de operaciones especiales de la policía y estábamos llevando una misión para capturar a estos terroristas que tantos problemas habían causado. Para ello tuve que infiltrar a algunos de mis agentes que usted ya conoce —se giró un poco para ir señalándolos—; él es el agente especial Mike Zacharius, él es el agente especial Levi Ackerman y ella es la agente especial Hange Zoë, los tres estuvieron trabajando bajo mis órdenes para salvarlo a usted y a los ciudadanos.
—Y ahora mismo nos vamos —comentó Levi llevándose a uno de los delincuentes seguido de Mike.
—Lamento lo sucedido. Si necesita de una explicación más extensa de la operación, no dude en llamarme —dijo Erwin extendiéndole al alcalde una tarjeta con su número de teléfono.
—Amelia...
—Amelia no existe —interrumpió colocándose nuevamente sus gafas—, mi nombre es Hange y solo estaba cumpliendo mi trabajo.
—¿Entonces todo fue una mentira?
—Por supuesto que sí. —Bajó del escenario y antes de seguir caminando se detuvo para voltear a verlo—. Un consejo, alcalde: tenga un poco de dignidad y consígase a alguien de su edad —dijo para continuar con su andar saliendo del destruido casino.
—La operación salió bien —dijo Erwin a los tres agentes de infiltración—, hicieron un buen trabajo.
—En ese caso, vayamos a celebrar —comentó Mike.
—No, gracias, prefiero irme a descansar.
—Esa excusa ni tú te la crees, Levi —mencionó Hange recargando uno de sus brazos sobre la cabeza del mencionado—. Atrapamos a un gran pez esta noche, no seas aguafiestas y acompáñanos.
—Quítame tu asqueroso brazo de encima —exclamó alejándose de la mujer—. Y solo iré un rato, no pienso ver cómo se embriagan hasta quedar inconscientes.
—Eso me recuerda que no me respondiste la pregunta que te hice adentro.
—¿Qué pregunta?
—¿Por qué nunca me mirarías con otros ojos?
—Eres demasiado asquerosa —respondió observando la mancha de whisky en el vestido de Hange—. Esa es la razón —se volteó para alejarse de ellos.
—¿Qué? Esto fue un accidente, fue culpa de la explosión —mencionó persiguiendo a Levi.
—No me interesa y deja de seguirme, gafas de mierda.
—Vamos al mismo bar, idiota.
—Esos dos se llevan muy bien —mencionó Mike con cierta ironía.
—Han crecido mucho en estos años, me alegra ver lo que son ahora —comentó Erwin.
—Solo a ti se te ocurre rescatar a dos asesinos y convertirlos en agentes.
—No me arrepiento, hemos podido atrapar a grandes criminales con su ayuda y esta operación es una prueba de ello. Hange lo dijo, atrapamos a un gran pez esta vez.
—¿Entonces tú eres la caña y ellos dos son el cebo?
—Qué gran analogía —dijo esbozando una sonrisa—. Creo que ya están listos, Mike.
—¿Para qué?
—Para llevar a cabo la siguiente misión.