Capítulo 13

—¡Eren! —Exclamó abriéndose paso entre el escuadrón de Levi para llegar hasta el joven—. ¿Puedo tocarte ese brazo? ¿Verdad que puedo? ¡Por favor! ¡Sólo quiero tocarlo un poco!

El joven soldado había semi transformado uno de sus brazos, tomando por sorpresa a todos los ahí presentes. Al ver esto, Hange arrancó a correr para ver tal espectáculo de cerca mientras Moblit iba atrás de ella para evitar que hiciera alguna locura dejándose llevar por su entusiasmo, pero no tuvo un buen resultado.

—¡Ah! ¡Me quemo! —Exclamó sujetando la mano con la que había tocado aquél brazo mientras todos los demás la observaban completamente consternados—. Sin su piel, quema cómo el infierno. ¡Está ardiendo!

—¡Líder de escuadrón, usted se quiere morir rápido!

En tanto Moblit hacía lo posible por tranquilizar a Hange, Eren se liberó del brazo de titán cayendo al suelo y estando notablemente debilitado.

—¡No! —Hange llevó sus manos a la cabeza observando cómo aquél brazo comenzaba a evaporarse—. ¡Eren, es demasiado pronto! Aún hay muchas cosas que quiero investi...

—¡Líder de escuadrón! Trate de tranqui...

Ambos permanecieron en silencio, observando detenidamente cómo aquella gigantesca mano sujetaba entre sus dedos una cuchara que, pese a la fuerza habitual de un titán, no estaba deformada.

—¿L-Líder de escuadrón?

—Dibuja esto, por favor.

—Habrá una nueva expedición. Les pido que preparen a sus escuadras.

—Espera, ¿no es demasiado pronto? Apenas acabamos de admitir a los nuevos reclutas.

—Lo mismo le dije, Nanaba, pero Erwin está apostando muy alto esta vez —comentó Mike mientras observaba por la ventana.

—Te traes algo entre manos, ¿cierto? —Interrogó Levi al mayor—. Habla de una vez.

—Quiero usar a Eren —respondió—. Con él de nuestro lado tenemos un arma muy poderosa y quiero que lo usemos en la expedición.

—Erwin, tenemos la custodia del chico pero con el más mínimo error la policía militar nos lo puede quitar.

—Estás actuando precipitadamente: una expedición sin haber preparado a los nuevos reclutas y utilizar a Eren sin poder controlar bien sus poderes, no tiene lógica alguna.

—Necesitamos tiempo para prepararnos.

—No podemos darnos el lujo de cometer algún error. —Fijó su vista en Mike y en Levi—. Y ustedes dos, ¿no piensan decir nada?

—¿Exactamente qué quieres que digamos, Nanaba? Entre Hange y tú dijeron todo lo que se tenía qué decir —respondió Levi para voltear a ver a su superior—. Tú eres el que da las órdenes, pero no olvides las opiniones que acabas de escuchar.

—Hange, ¿Eren está listo para ayudarnos?

—No. Todavía no puede controlar bien sus poderes y hay muchas hipótesis que me gustaría comprobar antes de exponerlo en una misión.

—Entiendo... en ese caso, Eren irá a la expedición como miembro de la legión en lugar de arma. —Al decir esto, los cuatro líderes soltaron un suspiro de alivio por la tragedia que lograron evitar—. Aún así, hay algo que sí vamos a llevar a cabo en la expedición. —En ese momento la puerta de aquella sala se abrió dejando entrar a Moblit con algunos rollos de papel en sus brazos—. Espero que no te moleste, pero le pedí a Berner que se hiciera cargo de los planos.

—¿Sobre qué?

Tras la pregunta de Hange, Erwin desenrrolló sobre el escritorio uno de los papeles que Moblit le había extendido.

—¿Por qué pusiste esa cara, cuatro ojos?

—Es que, esos bocetos... —volteó a ver a Moblit—. ¿Por qué se los diste a Erwin?

—Porque el comandante pretende utilizar este mecanismo en la expedición.

—¿Por qué utilizaríamos un mecanismo de captura? —Preguntó Mike observando aquellos planos—. ¿Erwin?

—El que un joven pueda convertirse en titán no es coincidencia. Si Eren puede hacerlo, ¿qué nos asegura que el titán colosal y el acorazado no son titanes cambiantes cómo él?

—Espera, ¿te estás basando en mi teoría?

—Es la más acertada, Hange —respondió para fijar su vista en los planos—. No sé si nos toparemos con ellos en la expedición pero, si hay más de un titán cambiante allá afuera, lo atraparemos con esto.

—Líder de escuadrón —llamó Moblit—, usaremos su mecanismo de cruce.

—¡Toma esto! —Exclamó disparando las lanzas del mecanismo—. Con esto ya no debería poder mover ni un sólo músculo, tal vez para siempre.

En la expedición número 57 tuvieron el avistamiento de un titán de tipo hembra, por lo que Erwin adentró a la legión hacia el bosque para instalar el mecanismo de cruce de Hange y así poder atraparla.

—¿De verdad creen que haya alguien ahí dentro? —Preguntó Keiji observando cómo Levi y Mike trataban de cortar la nuca de la titán.

—Tiene un poder de endurecimiento que ninguna otra criatura a presentado —comentó Nifa—, es similar a la del titán acorazado, tiene que ser uno de ellos.

Tras los intentos fallidos por hacer salir al intruso, la titán hembra soltó un alarido que retumbó en todo el bosque.

—¿Eso fue un grito de agonía? —Preguntó Moblit cubriendo sus orejas con sus manos.

—¡Erwin!

Con el llamado de Mike empezaron a aparecer varios titanes que ignoraban a la legión para ir directo hacia la titán hembra para devorarla.

—¡Protejan a la titán!

Fueron las órdenes del comandante pero todo fue en vano pues aquella estrategia que el prisionero había usado superó las expectativas de todos los soldados.

—Fue una misión desastrosa.

—¿Lo dices por nuestros compañeros heridos o por todas las pérdidas que tuvimos?

—Da igual, Nifa, es un milagro que hayamos vuelto con vida. —Fijó su vista en Abel—. ¿No vas a salir con alguno de tus típicos comentarios?

—Sí, es solo que... Moblit, ¿por qué estás tan desesperado?

—No veo a Petra por ningún lado —respondió observando a su alrededor.

—Ahora que lo mencionas —comentó Nifa—, no vi al escuadrón del capitán Levi en la formación de regreso.

Fue como si un balde de agua fría hubiese caído sobre los cuatro. Corrieron con todas sus fuerzas para buscar a Levi con la esperanza de encontrarlo junto a su escuadrón.

—¡Moblit! —Exclamó el papá de Petra al ver al joven para ir con él y tomarlo de los brazos—. Por favor, dime que lo que el capitán Levi dijo no es cierto, tú no jugarías con eso.

—¿S-Señor?

—¡Por favor dime que mi hija no ha muerto! —Exclamó entre lágrimas.

Tratando de buscar respuestas los chicos fijaron su vista en el capitán quien mantenía la mirada baja teniendo a su alrededor a los padres de los que, hasta esa mañana, fueron los miembros de su escuadrón.

—N-No puede ser... —mencionó Nifa cubriendo su boca con sus dos manos.

—Aurou, Gunther, Erd y Petra...

—No volvieron con vida, Abel —comentó Keiji atónito por la noticia mientras observaba a los padres de sus camaradas romper en llanto.

—Ni siquiera pude despedirme.

—Nadie pudo haberlo previsto.

—Perdimos a muchos compañeros pero ellos... ¿por qué tuvieron qué morir?

La noticia de la pérdida completa del escuadrón de Levi no pasó desapercibida y Hange sabía que tanto Levi como su propio escuadrón se verían afectados.

—Te hará sentir mejor —dijo extendiéndole una taza de té.

—Tiene un sedante, ¿cierto? Por eso los demás lograron conciliar rápido el sueño.

—No tienes que tomarlo si no quieres —respondió tomando asiento a su lado sobre la cama—. Fuiste muy fuerte al tranquilizar al papá de Petra.

—No sé cómo lo hice. Cuando tú llegaste, sentí que todo se empezaba a derrumbar. —Colocó su taza de té sobre el pequeño mueble que había a un lado de su cama—. Lo último que le dije antes de que saliéramos de expedición fue que volviera con vida, y me dijo que lo haría siempre y cuando yo también lo hiciera —miró a Hange—. Yo fui el único que volvió.

La mayor lo abrazó mientras éste derramaba todas las lágrimas que había guardado para sí mismo. Perdió a su mejor amiga, a la persona que se había vuelto como una hermana para él y Hange sabía que nuevamente no sería una pérdida fácil de superar.

—Al enlistarnos a la legión, nos debemos acostumbrar a la idea de que, sin importar qué o quién, la vida y la muerte siempre nos separarán. —Acarició las mejillas del joven limpiando las lágrimas que habían en ellas con sus pulgares.

—Si hubiéramos capturado al portador del titán femenino, ellos tal vez...

—Nadie puede saber lo que hubiese pasado.

—Lo sé. —Fijó su vista en la taza de té—. ¿El capitán Levi te aceptó la bebida?

—Al igual que tú, descubrió que tenía un sedante. No pude hacer que se desahogara como ustedes pero, logré hacer que estuviera más tranquilo.

—¿Crees que deba beberlo?

—No si no quieres.

—¿Qué crees que ella hubiese dicho?

"Tomémoslo juntos."

Moblit sonrió de medio lado para tomar aquella taza de té y beber su contenido mientras que Hange permaneció a su lado hasta que por fin pudo quedarse profundamente dormido.

—¡¿Qué?!

—Espere, ¿de verdad están seguros de que esa es su identidad?

—Todas las pruebas apuntan a ella y Erwin está confiando en lo que Armin Arlet nos dijo al igual que yo.

—Entonces no perdamos más tiempo —comentó Nifa—, vayamos por esa traidora.

Tras la trágica expedición que se llevó a cabo, las averiguaciones que surgieron para llegar a la identidad del portador del titán hembra los situó en el Distrito Stohes pues la responsable de tantas pérdidas se encontraba dentro de la Policía Militar.

Armin, Eren y Mikasa, soldados que formaron parte de la promoción 104, serían los encargados de encontrar a Annie Leonhart para llevarla hasta el lugar que habían fijado para atraparla, sin embargo las situación se les salió de las manos pues Annie alcanzó a transformarse tras haber descubierto el plan de emboscada que tenían, ocasionando que en el Distrito se desatara una pelea de titanes entre ella y Eren Jaeger.

Entre el disturbio y los daños ocasionados a la ciudad por la pelea, Mikasa logró derribar a la titán mientras intentaba escalar el muro, haciendo que cayera desde lo alto pero, antes de que la legión pudiera atraparla, Annie se cristalizó a sí misma haciendo que nadie la pudiera sacar de su encierro.

—¡Cobarde! ¡Sal de ahí! —Exclamó Keiji golpeando con todas sus fuerzas aquél cristal.

—Detente, no es el momento para esto —mencionó Hange tratando de calmar a su soldado. Entendía la molestia de Keiji pues estuvieron a punto de atrapar a la responsable de haberles arrebatado a sus amigos—. Usen sus cables para hacer una red y atar este cristal. Necesito que lo lleven a un lugar que se encuentre bajo tierra y rápido —dijo fijando su vista en Keiji con la esperanza de obtener una respuesta.

—Entendido —comentó su soldado para acatar la orden que les había dado.

Mientras se encargaban de asegurar el cristal, Hange fijó su vista en Mikasa quien todavía permanecía colgada sobre el muro, cuestión que le llamó la atención hasta que se dio cuenta que la joven se encontraba observando el agujero que Annie había ocasionado en el muro.

No fue el hecho de que se tenía que reparar la muralla lo que los dejó atónitos, sino que a través de ese agujero se pudo vislumbrar a un titán colosal con señas de vida.

<<Titanes en el interior de la muralla... ¿a lo largo y ancho del muro?>> Se preguntó Hange entre sus pensamientos completamente incrédula por lo que estaba viendo.

—¡Líder de escuadrón! ¡Denos sus órdenes! —Exclamó Moblit.

—¿Pastor Nick? —Preguntó dando un sobresalto pues aquél hombre la había tomado del brazo con desesperación.

—N-No... no dejes que la luz del sol le de a ese titán.

—Por ahora tendremos que hacerlo con eso —dijo señalando la enorme tela con la que los soldados habían cubierto el agujero—. ¿No cree que es momento de que nos diga algo?

—¿Sobre qué?

—¿Por qué hay titanes dentro de la muralla? Su gente lo sabía, ¿verdad? ¿Por qué permanecieron en silencio todo este tiempo?

En la parte de arriba del muro Hange trataba de hacer hablar al pastor Nick sobre el tema pero simplemente el contrario se negaba a decir palabra alguna, por lo que esa discusión llegó a los límites de la legionaria.

—¡Líder de escuadrón! —Exclamó Moblit horrorizado pues Hange había tomado al pastor de su ropa con la amenaza de dejarlo caer del muro.

—¡Escúchame! Hemos tenido que poner nuestras vidas en riesgo para tratar de recuperar nuestra libertad. ¡No es momento para guardar secretos!

—¡Suéltame! Nosotros cumpliremos con nuestra misión de una forma u otra, así que vamos, ¡mátame de una vez!

—Con mucho gusto.

—¡Hange!

Tras el llamado de Moblit la mayor soltó un suspiro y aventó al pastor a un lado de ella para alejarse y sentarse a la orilla del muro mientras Moblit y los demás soldados que ahí estaban ayudaban al pastor Nick a levantarse.

—Sólo... tan solo bromeaba —mencionó Hange llevando una de sus manos a su frente.

Moblit se acercó a ella, estaba completamente pálido pues su superior había estado a punto de cometer un homicidio que, por fortuna, pudo evitar.

—¿L-Líder de escuadrón?

—Lo siento, tan solo recordé algo que había olvidado. Un sentimiento que no había experimentado desde la primera vez que salí del muro... miedo.

—Hange...

—Tengo miedo —soltó una risa nerviosa—. No creí que diría eso de nuevo. —Moblit se sentó a su lado y ella recargó la cabeza sobre su hombro—. No sé qué es lo que pasará ahora.

—Ir amenazando gente como aventarla del muro no es una buena idea. —Hange ahogó su risa ante el comentario—. ¿Estaremos bien?

—Lo intentaremos. —Fijó su vista en el pastor Nick—. Descubriremos qué es lo que pasa aquí.

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