Hojas de otoño | Capítulo 27. Interrogatorio.

Entre risas, un poco de alcohol y música para ambientar la reunión, los cinco miembros de DLH, acompañados de Miguel y Ramsés, se organizaron para celebrar el cumpleaños de Mingo en casa de Rodri dónde habían acordado pasar la noche, como era costumbre. Después de cenar, Clara y Carbajo sugirieron jugar a "yo nunca, nunca" para hacer la velada más interesante, sin tener éxito en convencer al compositor para que jugara bebiendo alcohol ya que Rodri se aferró a la botella de refresco que tenían abierta.

—Mi turno —anunció Ramsés—, yo nunca, nunca he llorado por un "casi algo".

En el juego no es necesario dar explicaciones sobre lo que hizo o no y esa regla permaneció esa noche ya que la persona que así lo deseara es la que contaría a profundidad su anécdota sobre la pregunta lanzada.

—Mingo, te toca —le dijo Clara con una sonrisa.

—Veamos, yo nunca, nunca he inventado una excusa para que mi familia no conozca a mi pareja.

Ante el supuesto del animador, Pascu tomó su shot de tequila mientras Rodri hacía lo propio con su refresco.

—Díganme que no se trata de su propia relación —mencionó Miguel.

—Por desgracia sí —respondió Clara antes de llevarse una papita a la boca—, y fue un show lo que hicieron.

—Aquí yo quiero una intervención para obligarlos a contar esto —comentó Carbajo sorprendido—, ¿cómo es que no se quisieron presentar?

—No estábamos listos —replicó el compositor con pesar mientras recordaba ese momento.

—Apoyo a Carbajo con esto —opinó Ramsés—, necesitamos saber la historia y si ustedes no la cuentan, Clara lo hará.

—No es nada grato recordar traumas del pasado —dijo el actor para girarse hacia Rodri-, ¿lo cuentas tú o lo hago yo?

—Empieza tú.

Pascu se sirvió otro shot de tequila y lo bebió antes de empezar a hablar.

—Rodri y yo mantuvimos nuestra relación en secreto, hasta San Valentín del año pasado.

🍁

Como si un tornado les hubiera pasado encima, Clara, Pascu y Rodri yacían sentados sobre el sofá del actor, los tres con el cabello revuelto, la nariz rojiza y los ojos hinchados por haber llorado tras haber terminado el último capítulo de "your lie in april", el anime que tanto les habían recomendado y que hasta ese momento tuvieron la oportunidad de ver.

—Me va a costar superar esto —comentó Clara antes de sonarse la nariz con un pañuelo—, y tampoco creo que poder escuchar un violín o un piano sonar sin ponerme a llorar —miró a su hermano—, ni se te ocurra tocar en mi presencia.

—Dudo mucho que pueda hacerlo después de haber visto esto. De hecho voy a evitar tocar el piano de nuevo para que la herida no se abra.

—No sé si odiar o amar a los fans que nos recomendaron esto —mencionó Pascu, manteniendo la vista en la pantalla del televisor donde vieron el episodio—, no quiero ver anime por un tiempo.

Clara se levantó del sofá para ir a la cocina de Pascu en busca de agua para los tres, mientras tanto, Rodri se acurrucó a lado de su pareja para que lo abrazara de medio lado, obteniendo igual un beso en la frente por parte del actor.

—Nos vemos terribles con los ojos así —dijo entrelazando su mano con la de Pascu.

—Para mí tú te sigues viendo muy atractivo —respondió tomando el mentón del contrario y así acercarse a él para besar sus labios.

—Siento la necesidad de irme de aquí para no hacer mal tercio —comentó Clara al volver con la pareja, dejando los tres vasos con agua sobre la mesita del centro—, de hecho creo que lo haré para no seguirlos interrumpiendo.

—Cierra la boca —le dijo su hermano con una risa nerviosa al tiempo que el timbre del departamento de Pascu empezó a sonar.

—Yo iré, ustedes sigan en lo suyo —mencionó la mujer para dirigirse a la puerta—. ¿Mamá?

—¿Mamá? —Preguntó la pareja sorprendida para de inmediato ponerse de pie, alejándose el uno del otro.

—No pongas esa cara que parece que no te da gusto ver a tu madre.

—No es eso, solo... Dios, ¿por qué no nos avisaste de tu visita? —Preguntó Clara mientras la abrazaba.

—Quería sorprenderlos así que fui a casa de Rodri pero no había nadie —entró al departamento—, supuse que estaría por aquí y veo que tú también —dijo para fijar su vista en Rodri—. Se me hace tan extraño que hayas venido al departamento de Pascu y que no haya sido al revés.

—Me está contagiando lo de estar en casas ajenas —respondió el compositor para ir abrazar a su mamá—, vaya sorpresa que nos diste al venir aquí.

—Me alegra haber cumplido mi objetivo —se separó del abrazo para ver a Pascu—, ¿tú no piensas saludarme?

—Señora, con todo respeto, ¡qué gusto verla de nuevo! —Exclamó para abrazar a quien fuese su suegra—. Me iré a la cocina para que pueda hablar con sus hijos.

—Descuida, en realidad vine a hacerles una invitación y tú estás incluído.

—¿De qué se trata? —Preguntó la actriz con curiosidad.

—La noche de San Valentín su padre —le dijo a sus hijos—, yo y tus padres —le dijo a Pascu— haremos una pequeña cena familiar y obviamente los tres tienen que ir ya que son los responsables de haber formado un vínculo con ambas familias.

—¿Y a qué se debe esa iniciativa? —Cuestionó Rodri.

—Van a pedir la mano de Clara.

—¡¿Qué?! —Exclamó la mujer escandalizada, siendo abrazada por su mamá quien no pudo aguantar la risa por la broma que había hecho—. Muy gracioso, mamá.

—Lo siento —sonrió—, la verdad solo queremos pasar un tiempo en familia y de paso hablar sobre el futuro de ustedes tres, a nosotros ya nos está entrando la comezón de ser abuelos —Rodri se atragantó al escuchar sus palabras mientras que Pascu y Clara optaron por mirar hacia otro lado—. No me salgan ahora con que no piensan ser padres.

—Creo que estamos muy chicos para tener esa conversación —respondió su hija en lo que Rodri dejaba de toser.

—¿Habría algún problema si no les damos nietos? —Cuestionó el compositor con la voz algo quedita.

—Como mínimo esperamos que ya tengan una relación.

—Nos están presionando un poco, ¿no cree? —Comentó Pascu sin poder ocultar su angustia.

—No nos tomen a mal, es solo que cada vez nos hacemos más viejos y nada nos haría más feliz que verlos a ustedes siendo felices en el amor.

🍁

San Valentín estaba a dos días de llegar y ambos artistas seguían con el dilema de su relación ya que hasta el momento lo habían mantenido oculto de sus padres y estaban con la duda entre decirles o no.

—Mamá dijo que ellos estarían bien si nosotros éramos felices —citó la actriz mientras tomaba asiento en la mesa de la cafetería a la que habían ido—, no veo peligro si ustedes les confiesan la verdad.

—Es que no solo se trata de decir que tenemos una relación —respondió su hermano—, estamos hablando de que vamos a salir del closet con ellos.

—Chicos, nuestros padres nunca nos dieron motivos para temer sobre estos temas.

—Pero aún así es complicado hacerlo —replicó Pascu al tiempo que les entregaban sus pastelillos y sus bebidas.

—¿Y cuánto tiempo más piensan seguir ocultándolo?

—No lo sé, en algún momento se los diremos, pero no ahora —dijo el compositor para llevar su cuchara, con un poco de pastel, a la boca de Pascu.

—Si yo fuera mamá, no me parecería tan normal que los dos se dieran de comer de una forma tan íntima como lo están haciendo ahora —comentó a lo que los dos la voltearon a ver—. Si su intención es mantener todo en secreto, no pueden hacer esto en presencia de ellos, a menos que cojan valor para contarles.

Tras esa charla, los dos acordaron no decir nada durante la cena de San Valentín, así que llegada esa noche los dos convivieron en paz con sus familias y en ningún momento dejaron ver rastro alguno de una posible relación sentimental entre ellos, teniendo a Clara de su lado quién había decidido apoyarlos en mantener todo oculto; sin embargo, sus planes no salieron del todo bien al final.

—¿Hasta cuándo van a decirnos quiénes son las afortunadas en robarse su atención? —Interrogó la mamá de Pascu a él y al compositor.

—¿De qué hablas, mamá?

—Somos sus padres y podemos darnos cuenta de todo. Ustedes dos están más alegres que antes y tienen un brillo en los ojos que solo alguien enamorado puede tener.

—Solo están felices de tener este momento familiar —intervino Clara tratando de que la plática se volviera incómoda para su hermano y su cuñado.

—Contigo podemos decir eso —respondió su mamá—, pero con ellos es diferente, se puede respirar el amor en el aire.

—¿Y bien? —Preguntó el papá de Rodri—, ¿tienen a alguien especial por ahí?

—No.

—S-sí.

Ambos artistas se voltearon a ver con el semblante pálido al escuchar la diferencia en sus respuestas.

—¿Entonces cada uno tiene una relación?

—Sí.

—N-no.

Clara empezó a beberse el vino que habían abierto para la cena para calmarse al ver que los dos la estaban liando con sus respuestas.

—¿Uno de ustedes tiene una relación y el otro no? —Preguntó la mamá de Pascu.

—No —respondieron al unísono.

—¿Los dos tienen una relación?

Ambos permanecieron en silencio para verse a los ojos antes de responder.

—S-sí...

Clara se atragantó con el vino que estaba bebiendo, confundiéndose aún más ya que no lograba entender si los dos se iban a confesar o no.

—¿Cuándo podremos conocerlas? —Preguntó la mamá de Pascu emocionada.

—No creo que se posible —contestó Rodri para dejar salir lo primero que se le vino a la mente—: es que mi novia... vive en otra ciudad.

—¿Qué hay de ti, Pascu? —Cuestionó la mamá de Rodri.

—Mi chica... está de gira... por una obra.

—Los dos en una relación a distancia, ahora entiendo porqué no querían decirnos.

—Pero igual podemos conocerlas por fotos —comentó el padre del actor—, vamos chicos, déjennos ver a las afortunadas.

Clara se levantó de su asiento arrastrando su silla con tal escándalo que llamó la atención de todos.

—Pascu, Rodri, ¿me acompañan a buscar más vino a la cocina?

Los dos artistas no dudaron en levantarse de la mesa para acompañar a la actriz, librándose un momento del interrogatorio de sus padres para terminar enfrentándose al de Clara.

—¡¿Qué demonios están haciendo?! —Reclamó la mujer eufórica—. ¿Desde cuándo tienen novias en otra ciudad y de gira?

—¿Y qué querías que dijéramos? —Preguntó Rodri—, nos estaban atacando muy fuerte.

—Simplemente debieron decir “lo siento, pero en lugar de novia tenemos novio ¿y qué creen? ¡Somos nosotros!”.

—Ponte en nuestro lugar, Clara —pidió Pascu casi rogando—, no podemos decirles sobre lo nuestro aún.

—Entonces tampoco debieron mentirles —respiró profundamente para calmarse—. Chicos, en verdad deben decirles ahora y si ustedes no lo hacen, lo haré yo.

—No serías capaz —dijeron los dos al unísono.

Clara alzó una de sus cejas para tomar la botella de vino que fueron a buscar y regresar a la mesa, siendo seguida por los dos artistas que temían lo peor.

—Aprovechando que estamos en familia —tomó asiento nuevamente, llamando la atención de sus papás y los de Pascu—, quisiera que me den su opinión sobre algo muy importante.

—¿De qué se trata, hija? —Preguntó su padre.

—Resulta que tengo dos amigos muy cercanos que tienen una relación sentimental entre sí.

—¿Son pareja?

—Sí, mamá y se aman muchísimo, desde que iniciaron su relación han estado más felices que nunca y se puede notar a simple vista. El problema es que los padres de ambos no saben sobre su relación —dijo observando disimuladamente a su hermano y al actor—, no han querido decirles porque temen que no los acepten al salir del closet y mucho menos que aprueben su relación, aunque los padres de ambos nunca les dieron motivos para temer. Si ellos fuesen sus hijos, ¿qué les dirían?

Pascu tomó la botella de vino y comenzó a beberlo a discreción mientras Rodri trataba con todas sus fuerzas no colapsar en ese momento.

—¿Los dos en verdad se aman? —Preguntó la mamá de Pascu.

—Más que a su propia vida.

—En ese caso, les diría que estoy muy orgullosa de los dos —Pascu dejó de beber el vino para mirar con sorpresa a su mamá—. Si decidieron ocultarlo, lo entendería perfectamente, vivimos en una sociedad en la que este tipo de relaciones aún no son aceptados y enfrentarse a los padres en estas circunstancias termina causando un gran temor.

—Pero si los dos en verdad se aman y están dispuestos a luchar por su amor —comentó el padre de Pascu para sujetar la mano de su esposa—, entonces solo nos queda abrazarlo a él y a su pareja como parte de nuestra familia.

—¿Y ustedes qué opinan? —Le preguntó Clara a sus padres.

—Si mi hijo es feliz con esa persona y este en verdad lo ama, no tengo nada qué objetar —respondió su mamá.

—Si se cumplen estos supuestos —añadió el padre de Rodri—, solo nos queda planear la boda.

Clara sonrió aliviada para fijar su vista en su hermano y en Pascu, quienes estaban incrédulos por lo que habían escuchado por voz de sus padres. Solo les bastó un intercambio de miradas para entrelazar sus manos debajo de la mesa y sacar sus celulares.

—Ustedes querían conocer a la persona que enamoró a cada uno —mencionó Rodri, captando la atención de todos.

—Esta es la foto de nuestra persona especial.

Tras el comentario de Pascu, ambos le extendieron sus celulares a sus padres, Rodri dejando ver una foto de Pascu y este dejando ver una foto del compositor. Sus padres se sorprendieron ante esa gran revelación y, al alzar la mirada hacia ellos en busca de respuestas, los dos dejaron ver sus manos entrelazadas con aquellas pulseras de promesa que adornaban sus muñecas.

—Les presento a mis dos amigos —anunció Clara con una sonrisa mientras sus ojos se comenzaban a llenar de lágrimas.

—¿Es una broma? —Preguntó el padre de Rodri con seriedad.

—No —respondió el compositor, sujetando con fuerza la mano del actor—, Pascu y yo somos pareja.

—Así que esta es la gran verdad que no nos querían decir —comentó la mamá de Pascu sin poder contener las lágrimas.

—Más vale que cuides de él —dijeron los papás de ambos al unísono, dirigiéndose cada uno a la pareja de su hijo.

—¿De verdad nos están aceptando? —Cuestionó el actor con la voz entrecortada.

—Se los dije hace unos días —replicó la mamá de Rodri con una sonrisa—, mientras ustedes sean felices, nosotros también.

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