El último show | Capítulo 22. Triángulo.

—Jamás creí que llegaría el día en que te viera de esta manera —dijo para sentarse en la orilla de la cama donde la mujer yacía acostada—. Entonces, ¿pasaste una buena noche con Javier?

—Ya te dije que no pasó nada.

—Eso es lo que todos dicen. Al menos dime que usaron protección —mencionó recibiendo una almohadazo por parte de Helena.

—A diferencia tuya yo no me la pasé follando toda la noche —reclamó haciendo que el contrario quedara con la cara completamente roja—. No tienes vergüenza, Álvaro.

—No confirmé nada.

—Tú expresión lo dice todo.

—¿Y cómo esperabas que reaccionara? —Cuestionó aventándole la almohada para luego soltar un suspiro—. Rodri y yo dormimos juntos, solo eso, justo como cuando éramos una pareja.

—Ya veo... —llevó un mechón de su cabello detrás de su oreja—. Eso quiere decir que les fue bien en el festival, me alegro, sabía que Rodri sería el mejor acompañante que podías tener en mi ausencia y de paso podrías aprovechar para aclarar ciertas cosas —se reincorporó en la cama sentándose con las piernas cruzadas—, ¿hablaste con él?

—Lo intenté, pero...

—Álvaro...

—Sé lo que vas a decir y estás en lo cierto, es solo que quiero aprovechar estas tres semanas que me quedan para estar completamente seguro de que lo voy a hacer.


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22. Triángulo.

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Domingo por la mañana, todos en el teatro se encontraban ensayando para la función de la noche y los ánimos estaban al tope pues sabían perfectamente que en este punto los días pasarían rápidamente y en un abrir y cerrar de ojos la temporada terminaría, lo que los motivaba a dar aún más de ellos en cada función que daban.

Al medio día, cuando el ensayo había terminado, Rodri le pidió a Pascu que lo acompañara a comprar un regalo para Ramsés pues ese día era su cumpleaños y quería darle un detalle especial.

—Alex dijo que fuéramos al bar de siempre después de la función para celebrar y Ramsés estuvo de acuerdo, así que tienes la opción de darle el regalo ahí o antes.

—El problema es que no sé qué regalarle —respondió Rodri observando los artículos de exhibición que se encontraba en la vitrina de una tienda—. He llegado al punto de ya no saber qué regalarle a un amigo.

—No deberías pensarlo tanto —le sonrió de medio lado—. A diferencia tuya, yo estuve alejado de Ramsés por cinco años y fueron muy pocas las veces que hablamos hasta que por fin regresé a Madrid, sin embargo, si hay algo de lo que puedo estar seguro es de que a él no le va a importar que tan caro o barato sea lo que le compres, sino el detalle de que tú hayas elegido algo para regalarle. Así que relájate, encontrarás el regalo.

—Es fácil para ti decirlo, tu regalo será pagarle todo lo que consuma en el bar.

—Estoy tratando de darte ánimos, no arruines el momento.

Después de soltar una pequeña risa entre los dos, ambos continuaron con su recorrido visitando cada tienda hasta que Rodri por fin pudo encontrar el regalo que le daría a Ramsés. Mientras salían de la tienda donde Rodri había comprado, Pascu atendió una llamada siendo el primero en salir de aquél lugar seguido por el contrario quien, al fijar su vista en las personas que iban caminando en las calles, por un momento sintió que se le formaba un nudo en la garganta, sin saber si su vista lo había engañado o si lo que había visto era real.

Al terminar su llamada, Pascu se dirigió hacia el compositor y, al verlo completamente pálido, comenzó a interrogarlo para saber qué era lo que le ocurría, pero este se limitaba a decir que todo estaba bien hasta conseguir que por fin Pascu dejara de preguntar; ese pequeño instante permaneció en la mente del compositor durante el transcurso del día hasta que llegó el momento de la función donde por fin pudo distraerse y olvidar por un momento lo que había ocurrido y que lo había impactado de esa manera.

—¿Listo para la fiesta? —Preguntó Javier al compositor.

—Por primera vez deseé que la función terminara rápido, así que tú dime —respondió con una sonrisa—. Solo debemos esperar a que los demás terminen de alistarse para irnos al bar.

—Entonces vayamos a la entrada que ahí nos verán.

Al decir esto los dos terminaron de apagar todo en cabina para ir a la entrada del teatro en espera de sus amigos para ir a festejar a Ramsés.

—¡Rodri! —Exclamó abrazándolo de medio lado, haciendo que el mencionado diera un sobresalto por la sorpresa.

—¿Quién eres y por qué me estás abrazando? —Preguntó sin poder entender lo que pasaba.

—¡No! Se te subió la fama y te olvidaste de tus amigos, ¡eres una vergüenza, Septién! —Dijo esto último deshaciendo el abrazo.

—¿Rafa? —Preguntó con sorpresa al ver a la persona que lo había atrapado.

—Al menos te acuerdas de mi nombre.

—Deja el drama y ven aquí —respondió con una sonrisa para abrazarlo.

Rafa era un viejo amigo de Rodri que solía ayudarlo con los músicales que este solía subir a su canal de Youtube, siendo el musical de Cezy el más icónico para él. Hacía mucho tiempo que los dos no se veían y aquél reencuentro fue de lo más nostálgico para Rodri, pues lo último que hubiese imaginado era encontrarse con una vieja amistad en el teatro.

—Gracias por no haber arruinado la sorpresa, Javier.

—Un momento, ¿tú lo sabías? —Cuestionó Rodri a su compañero.

—Iba a decirte, pero ellos dos me convencieron de no decir nada.

—¿Ellos?

—Se refiere a Rafa y a mí —respondió Miguel Ángel acercándose a los tres en compañía de Ramsés—. Le pedimos que no dijera nada para sorprenderlos, de hecho yo igual me acabo de reencontrar con Ramsés —dijo dedicándole una sonrisa al mencionado que fue correspondida—, pero no te quedes ahí parado, Septién, ven y dame un abrazo.

—Lo haría pero temo que Ramsés no me lo permita.

—Por esta ocasión te dejaré acercarte a él.

—Y aunque no lo dejes, yo iba a abrazarlo de todas formas —comentó Miguel para acercarse a Rodri y abrazarlo.

Miguel Ángel Mota, esposo de Ramsés y, al igual que Rafa, era un viejo amigo que Rodri no veía desde hace mucho. Miguel era una amistad muy cercana al compositor de la misma forma que Ramsés pero, por cuestiones de trabajo, tuvo que viajar a otro país dejando a sus amistades y a su esposo por algunos años hasta que por fin pudo volver.

—Que estés aquí es el mejor regalo de cumpleaños que Ramsés pudo tener —mencionó Rodri con una sonrisa al ver a la pareja tomada de las manos.

—Solo espero que no se haya acostumbrado a estar solo, porque no pienso irme de aquí en mucho tiempo.

—¿Miguel? —Preguntó con sorpresa, dejando caer su maleta.

—Hola, Alex. —La joven se dirigió hacia él para abrazarlo con fuerza mientras el mayor correspondía el gesto acariciándole el cabello—. Lamento no haber estado ahí.

—Ramsés estuvo por los dos —respondió separándose del abrazo mientras un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas—. Ahora tenemos otro motivo para celebrar.

—¿Cuál es ese motivo? —Preguntó Pascu con curiosidad llegando hacia donde ellos estaban siendo seguido por Helena—. ¿Miguel? ¿Rafa?

—Solo ven y abrazanos —mencionaron los dos al mismo tiempo.

Tras aquél reencuentro y habiendo llegado todos a la entrada del teatro, decidieron ponerse en marcha al bar para celebrar el cumpleaños de Ramsés así como la llegada de Miguel y Rafa. Sin embargo, cuando Rodri bajó el primer escalón del teatro, ocurrió otro reencuentro completamente inesperado para todos.

Aquello que Rodri había visto en la tarde no era una alucinación como pensaba pues en ese momento pudo comprobar que lo que había visto era real. Nuevamente palideció y sintió un nudo formándose en la garganta mientras que los demás que estaban atrás de él no podían salir de su sorpresa por lo que estaban viendo.

—Hola, Rodri.

—Oli...

—Me dijiste que solamente Rafa y tú estarían aquí.

—Ramsés, yo no tenía idea de que ella vendría. El plan original era que todos los muchachos estuviésemos aquí pero por desgracia solamente Rafa y yo pudimos viajar y en este plan Oli no estaba incluida porque no habíamos tenido contacto con ella en todo este tiempo.

—¿Entonces vino por cuenta propia?

—¿Qué otra explicación quieres darle a esto? —Miguel fijó su vista en la mesa donde Rodri y Oli se encontraban hablando—. Te molesta que Oli esté aquí, ¿verdad?

—En realidad me preocupa. En estos momentos su regreso es lo que menos debía ocurrir.

—¿Por qué?

—Temo que su presencia pueda generar un dilema de amor.

Oli, una hermosa mujer de cabello castaño que tiempo atrás trabajó junto a Rodri cuando este abrió su canal. Salió en algunos musicales y fue un gran apoyo para la composición de las letras de las canciones y, más allá de lo laboral, Oli tuvo una relación con Rodri que prevaleció por varios años siendo una parte importante en la vida del compositor.

Como toda relación, ambos tuvieron sus momentos difíciles, pero era tanto el cariño que se tenían que terminaban resolviendo sus problemas casi al instante. Sin embargo, llegaron a un punto en el cual debían ponerle fin a su hermosa relación quedando como amigos pero, al igual que sus compañeros, Oli terminó alejándose de todos para seguir su propio camino.

Ambos no se habían visto en muchísimo tiempo y el proceso de ruptura fue complicado para los dos, por lo que estar frente a frente de nuevo era un torbellino de emociones que no podían explicar, pero aún así, decidieron sentarse solos en una mesa del bar para platicar.

—Se supone que es tu cumpleaños y te ves terrible —mencionó Alex—, ¿qué sucede?

—Estoy terriblemente preocupado y solo ustedes dos podrán ayudarme.

—¿Por eso nos pediste que salieramos del bar? —Preguntó Miguel a lo que Ramsés asintió—. ¿Es por lo que hablamos hace rato?

—Perdón que interrumpa, pero yo no estaba presente en esa plática y digamos que estoy algo perdida en la información.

—Alex, tú sabes la historia de Oli y Rodri, ¿verdad?

—Solo la información pública: los dos tuvieron una relación y terminaron hace muchísimo tiempo. ¿A qué viene todo esto? ¿Te preocupa el reencuentro de una ex pareja?

—Digamos que no es solo un simple reencuentro —respondió Miguel—. Ramsés y yo estuvimos presentes cuando ellos tuvieron una relación y cuando terminaron y, fue muy complicado para los dos este último punto.

—Cuando Oli se fue de viaje, los dos trataron de salir adelante. Rodri empezó a salir con Pascu después de un buen tiempo y cuando Oli se enteró no estuvo muy de acuerdo con ello.

—¿Intentó separarlos?

—No, pero tampoco apoyó del todo la relación —respondió Miguel.

—¿Oli estuvo presente cuando ellos dos terminaron?

—Nunca lo supo pero se lo imaginó en el momento que se anunció el final de Destripando la historia.

—¿Y qué es exactamente lo que te preocupa? ¿Que Oli aún sienta algo por Rodri? Él la olvidó por completo, no va a corresponder a sus sentimientos.

—No lo sabemos —respondió Ramsés—. Oli fue una persona muy importante para Rodri y no sabemos hasta qué punto sus sentimientos hacia ella hayan desaparecido. No volvió a verla hasta ahora y si Pascu ya había logrado acercarse a él...

—Oli puede cambiarlo todo —completó Alex entendiendo la situación—. Ustedes dos ocupense de Rodri y disfruten la fiesta junto a los demás, yo me encargaré de Oli.

Un par de horas más tarde todos ya se encontraban animados en el bar así que decidieron comenzar con el concurso de karaoke siendo Ramsés quien lo inauguró por ser el cumpleañero de esa noche. Uno a uno fueron pasando a cantar y la gente que igual estaba pasando la velada en el bar se unió a la competencia pues el ambiente lo ameritaba.

—Esta sí que es una fiesta, ¿no lo crees? —Preguntó Alex.

—Definitivamente. ¿Siempre se ponen así?

—Últimamente sí. Creo que no nos hemos presentado, ¿verdad? Mi nombre es Alex.

—Oli, un gusto —respondió aceptando el apretón de manos que Alex le ofrecía.

—¿Te parece ir a la barra? Ahí se escucha menos el escándalo y de paso puedo invitarte a un trago.

Ambas se alejaron de las mesas donde los demás estaban cantando para dirigirse a la barra. Mientras Oli tomaba asiento en una de las sillas altas, Alex pidió un par de cervezas para las dos; Oli no lo sabía, pero en ese momento el plan de Alex se estaba llevando a cabo, pues Ramsés y Miguel lograron distraer a Rodri con el karaoke mientras ella se llevaba a la mujer para platicar a solas.

—Vi la función de hoy y quedé impresionada.

—¿De verdad? —Preguntó Alex mientras tomaba asiento en la silla contigua—. Como te vimos afuera creí que no habías visto la obra.

—Lo hice, solo que recibí una llamada al cerrarse el telón así que salí rápido para contestar —le dio un trago a su bebida—. Pascu y tú son increíbles, no les pude perder de vista ni un segundo, de verdad tienen mucho talento.

—Gracias, pero tú igual eres muy talentosa. Tu nivel vocal es de envidiar.

—¿Cómo sabes sobre...?

—Veía los vídeos del canal de Rodri y a ti es fácil identificarte por el musical de Frozen —respondió para girarse sobre su asiento de forma que pudiera ver hacia la mesa donde estaban los demás—. Miguel y Rafa estaban sorprendidos de verte aquí.

—Vine por cuenta propia, tampoco me esperaba encontrarme con ellos, pero reunirme con antiguos compañeros fue algo muy grato.

—Sin embargo no te vi hablando con todos ellos sino solo con uno —dijo para darle un trago a su cerveza—. Solo estabas con Rodri y está bien, podrías dedicarle un tiempo a cada uno, pero desde el teatro solo permaneciste a lado de él.

—¿Estás sacando conclusiones? —Preguntó volteándola a ver.

—No me lo tomes a mal, no quiero quedar en malos términos contigo cuando te acabo de conocer, además eres alguien que admiro por tu nivel vocal y sé que puedo aprender mucho de ti, es solo que se me hace demasiado conveniente esta situación. Siento tu intención era estar sola con Rodri pero no contabas con que todos estaríamos aquí.

—¿A qué viene todo esto? —Preguntó con cierta incomodidad—. Si hay algo que quieras decir, entonces dilo, demasiado directa estás siendo como para que te quedes callada.

—Solamente quiero una respuesta: ¿por qué estás aquí?

—Ya les había dicho camino al bar.

—Sí, pero yo no me creo el cuento de que quisiste venir para ver la obra que Pascu y Rodri estaban haciendo. Si ese fuera el caso, ¿por qué no te has acercado a Pascu para hablar? Y no me digas que por falta de oportunidad que en aquella mesa él trató de buscarte plática y tú te negaste a seguir. —Oli permaneció en silencio ante las palabras de Alex—. Me agrada la idea de que viejas amistades de ellos estén aquí, pero contigo tengo una controversia muy grande por cómo te comportaste hasta ahora. Así que dime, ¿por qué estás aquí?

Un silencio se hizo presente entre las dos. Alex permanecía observando a los demás en el karaoke mientras Oli permanecía de espaldas manteniendo la vista fija en la exhibición de licores que había en la barra.

Si bien era cierto que Alex se ofreció a hablar con ella, no encontraba la forma de poder hacerlo de manera que Oli pudiera hablar con la verdad, así que decidió adoptar la técnica de imitación y adoptar la forma directa que Helena tenía al hablar, y al parecer estaba teniendo resultado pues la pequeña mentira de Oli ya no tenía efecto en la actriz.

—Dudo mucho que sepas solamente la información que se hizo pública, así que no habrá problema si te hablo sin filtros. Es cierto que vine para ver la obra pero, más que eso, viene aquí para ver a Rodri. Para luchar por él.

—¿Luchar? —Preguntó Alex volteándola a ver.

—Todavía siento algo por él —respondió con un ligero rubor en las mejillas—. Cuando Rodri comenzó a salir con Pascu, sentí que había perdido toda oportunidad de recuperarlo, o al menos eso pensé hasta que Destripando la historia llegó a su fin y comprendí que la relación de ambos había terminado. La esperanza volvió a mí pero el trabajo y mi cobardía me impidieron acercarme a Rodri de nuevo, así que me resigné a amarlo en silencio.

—¿Qué fue diferente esta vez?

—Que ellos dos volvieron a estar juntos. Cuando me enteré que estarían trabajando en la misma obra, decidí hacer todo lo posible por terminar mis pendientes antes de que la temporada terminara. Ellos dos se habían distanciado y que nuevamente se hayan reunido me dio una mala señal; si Pascu estaba en busca de una segunda oportunidad, entonces yo igual buscaría la mía.

—Que Pascu haya regresado a la vida de Rodri no implicaba que estuviera buscando una segunda oportunidad.

—Pero cuando sabes toda la verdad, es fácil intuir cuál sería su objetivo —suspiró—. Sé que no soy competencia para Pascu, me hubiese encantado que Rodri me amara de la misma manera que lo amó a él, pero si aún queda un sentimiento, por muy pequeño que sea, dentro de Rodri hacia mí, entonces lucharé para que prevalezca.

[Soundtrack 12]

El bar fue ambientado por la canción "Amargo adiós" del grupo Inspector pues Helena la había elegido para cantar en el karaoke, animando a todos los que ahí se encontraban presentes y llamando la atención de las dos mujeres que se encontraban hablando en la barra.

—¿De verdad crees que Rodri todavía sienta algo por ti? —Preguntó Alex al fin—. ¿Aún conservas la esperanza después de aquella relación que él tuvo con Pascu?

—La relación que tuvo conmigo y la que tuvo con Pascu fueron muy especiales para Rodri. Sé que su corazón aún le pertenece a Pascu, pero algo me dice que puedo tener una pequeña oportunidad.

—Y suponiendo que estés en lo cierto, ¿puedes estar segura de que tú en verdad sientes algo por él? —Le preguntó alzando una de sus cejas mientras la contraria la veía con una expresión de sorpresa y confusión a la vez—. Han pasado muchos años y debes tener varios sentimientos encontrados, pero en este punto debes estar completamente segura de que lo sientes, porque puedes estar confundiendo el amor con una obsesión.

—No hay manera de que eso sea cierto.

—Oli, tu ruptura fue difícil, ninguno de los dos pudo salir adelante tan fácilmente y cabe la posibilidad de que te hayas aferrado a un sentimiento falso sin que te dieras cuenta. Tan solo dime, ¿qué fue lo que sentiste cuando viste a Rodri nuevamente? ¿Fue una sensación nerviosa y con algunas mariposas en el estómago como cuando estabas enamorada de él, o fue como si tuvieras un nudo en la garganta mientras sentías un sabor amargo en la boca? —Oli permaneció en silencio con la mirada baja—. Primero debes aclarar tus sentimientos antes de aventurarte en un triángulo amoroso que no le traerá más que problemas a los tres. —Se bajó de la silla alta donde se encontraba, dejando sobre la barra el dinero de las dos cervezas que había pedido para ellas—. Por mucho que nos cueste, una ruptura marca el final definitivo de una historia que pudo haber sido la más hermosa de todas pero que tuvo que llegar a su fin y eso es justo lo que ocurrió con ustedes; tuvieron un amargo adiós, solo queda aceptar que ocurrió por alguna razón y, si a pesar de todo aún estás dispuesta a luchar, solo ten en cuenta que Pascu te tiene muchos meses de ventaja.

—Espera, creí que me estabas deteniendo —dijo con sorpresa.

—Esa es mi intención pero al final solo uno es quien decide qué es lo que hará —respondió para tomar lo que quedaba de su cerveza y dejar la botella sobre la barra—. Los tres van a salir heridos en este juego que quieres iniciar, así que solo me queda darte una advertencia y espero que lo tengas muy en cuenta: si Rodri es quien termina peor entre los tres, ten por seguro que ni yo ni todos los que se encuentran ahí —señaló hacia la mesa donde los demás se encontraban— te lo vamos a perdonar —advirtió para alejarse de la barra y unirse a los demás en el karaoke al tiempo que Helena terminaba de cantar su canción con el verso amargo es el adiós.

🐇 Cap. 23

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